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Análisis y síntesis elaborados por el personal médico de Circle Press; agencia de periodismo científico autorizada para la cobertura del congreso ECCMID 2023, realizado de forma híbrida (virtual y presencial).La información contenida en esta sección se suministra exclusivamente al cuerpo médico con la intención de brindar información pertinente y actualizada sobre temas científicos de interés. Esta información no tiene la intención de apoyar, promocionar o recomendar indicaciones, dosificaciones o cualquier mensaje que no esté dentro de la información para prescribir aprobada de los productos de Pfizer en el país.
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EM-COL-HAB-0016
Administración de antibióticos en la unidad de cuidados intensivos: cuáles son las mejores prácticas en la era de la resistencia a antibióticos
Dr. Jan J. De Waele
Presidente electo de ESICM. Profesor de la Universidad de Gante. Intensivista
del Hospital Universitario de Gante. Investigador clínico senior de Research
Foundation–Flanders
Bélgica
La administración de antibióticos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tiene particularidades que devienen de cuantiosos factores. Uno de ellos está relacionado con el tipo de paciente, con frecuencia, poseedor de múltiples comorbilidades, inmunocomprometido, o cursando cuadros clínicos de riesgo de vida o edad avanzada. Otro factor importante son las modificaciones farmacocinéticas de los medicamentos, por ejemplo, relacionadas con la falla renal o hepática.1 Además, las infecciones suelen presentar mayor gravedad. Numerosos factores contribuyen al
desarrollo de resistencia antimicrobiana: duración de la internación, edad avanzada, comorbilidades, exposición a antimicrobianos y los procedimientos invasivos.2 Un factor de peso es la sobreindicación de los prescriptores por diversos motivos. Se destacan, entre ellos, el diagnóstico erróneo ante las múltiples condiciones que pueden simular una sepsis (“miedo a no diagnosticar una sepsis”).
Varios estudios mostraron que el 70% de los pacientes internados en la UCI reciben antibióticos, pero, de ellos, de un 30 a un 60%3 tienen indicación inapropiada, innecesaria o subóptima.4
El estudio DIANA aporta valiosa información sobre el manejo de los antibióticos en la UCI. Solo el 60% de los centros participantes tienen guías locales de manejo de antibióticos. El porcentaje de desescalamiento de la terapia fue bajo (16%) y la duración de la terapia, prolongada (ver cuadro 1).5
Es muy importante reducir la exposición a antibióticos para evitar la resistencia y alcanzar mejores resultados clínicos sin elevación excesiva de los costos. Para ello, es esencial el trabajo multidisciplinario. Enfermería puede tener un rol muy importante para lograr el correcto uso de los antibióticos.2
Referencias
Caso clínico: infección por gram negativos multirresistentes
Dra. Evelina Taconell
Enfermedades infecciosas, Unidad de Investigación
Universidad de Verona, Italia
Paciente de 67 años
Discusión
¿Qué se sugiere en prevención?
Retirar lo antes posible la sonda vesical. Hay evidencia de que, a mayor cantidad de días de sonda, mayor riesgo de infección en el punto de partida urinario. Se sugiere, si no hay indicación, retirarla antes del 5.o día.1 Asimismo, es recomendable hacer el screening para evaluar la colonización del paciente en lugares donde se sabe que hay alto riesgo de colonización de la población por determinados gérmenes y es fundamental saber qué hacer con el resultado. Este
paciente fue evaluado, se aisló Klebsiella productora de KPC, pero no fue usado el antibiótico adecuado para la profilaxis. Por último, pero no menos importante, extremar las medidas de prevención de contacto por parte del equipo de salud.
A nivel hospitalario, es fundamental generar rápidos mecanismos de desarrollo de guías basadas en la epidemiología local y facilitar el acceso de tests diagnósticos y de antibióticos adecuados, que pueden variar en gran medida entre los diferentes países. Hoy en día, hay evidencia que sugiere el uso de tests rápidos moleculares en casos de sepsis, con el objetivo de aislar el microorganismo resistente lo más rápidamente posible y administrar el tratamiento antibiótico
adecuado en el menor tiempo posible, para así disminuir la mortalidad (ver Cuadro 2).2
Referencias
McIntosh S, et al. Timing of urinary catheter removal after colorectal surgery with pelvic dissection: A systematic review and meta-analysis. Ann Med Surg (Lond). 2021 Dec 13;73:103148. doi: 10.1016/j.amsu.2021.103148. PMID: 34976383; PMCID: PMC8685994.
Satlin MJ, et al. Impact of a rapid molecular test for Klebsiella pneumoniae carbapenemase and ceftazidime-avibactam use on outcomes after bacteremia caused by carbapenem-resistant enterobacterales. Clin Infect Dis. 2022 Dec 19;75(12):2066-2075.
Pseudomonas aeruginosa resistente a carbapenémicos e infecciones complicadas del tracto urinario
Jesús Rodríguez Baño
Unidad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología
Hospital Universitario Virgen Macarena
Departamento de Medicina, Universidad de Sevilla
España
Caso clínico 1
Mujer de 75 años, residente en un hogar para la tercera edad.
Antecedentes de Parkinson y diabetes mellitus.
Cuatro internaciones en el año previo por infección del tracto urinario (ITU). Se asumió ITU por urocultivos positivos y agitación. Recibió fosfomicina, nitrofurantoína, cefuroxima y ciprofloxacina.
Quinta internación por fiebre y disuria. Urocultivo positivo para E. coli productora de betalactamasa. Se administran 5 días de meropenem y 5 días de ertapenem.
Dos semanas más tarde, se observa urocultivo de control positivo para Pseudomonas aeruginosa resistente a carbapenémicos, sin síntomas.
Discusión
En esta paciente, que ya ha recibido múltiples tratamientos antibióticos, se sugiere no tratar, ya que presenta una bacteriuria asintomática. Por otro lado, no queda claro si realmente los cuadros previos fueron de ITU, ya que, en una paciente sin síntomas urinarios con deterioro cognitivo, deterioro funcional y delirium, se debe descartar previamente otra causa de los síntomas y realizar un control clínico estricto antes de administrar un antibiótico.1
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Caso clínico 2
Discusión
La medida más eficaz para disminuir el riesgo de infección en esta paciente habría sido remover la sonda vesical, salvo que tuviera una clara indicación para ella, y recordar que siempre que se coloca un catéter debe ser con medidas absolutamente asépticas. P. aeruginosa es una bacteria con susceptibilidad reducida a los betalactámicos, con variados mecanismos de producción de resistencia y alto riesgo de clones de resistencia asociados.2 Cuando se le administra
un betalactámico a un paciente con P. aeruginosa, tenemos que tener presente que hay un alto riego de generar mutaciones bacterianas y, por ende, resistencia.
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Caso clínico 3
Discusión
Hoy en día se encuentran disponibles diversos antibióticos para tratar infecciones por P. aeruginosa productora de carbapenemasas. En pacientes de bajo riesgo, se ha sugerido que el uso de altas dosis de antibióticos más antiguos podría ser igualmente eficaz.3
Conclusiones
Referencias
2022-2023 Actualización de la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de patógenos bacterianos prioritarios
Dr. Hatim Sati
Director de proyecto, Unidad de Coordinación de Impacto,
Iniciativas e Investigación
Departamento de Coordinación Global de Resistencia Antimicrobiana
División de Resistencia Antimicrobiana
OMS
La incidencia de resistencia antimicrobiana (AMR) está en aumento, y es un problema de salud pública global, que genera millones de muertes atribuibles y asociadas a este fenómeno.1
Teniendo en cuenta esta situación, en 2015, se publicó y fue adoptado por la OMS el Plan Global de Acción para la Resistencia Antimicrobiana con el objetivo de reducir la incidencia de infecciones, optimizar el uso de antimicrobianos, mejorar el entendimiento de la situación y fortalecer el conocimiento por medio de la vigilancia y la investigación.2
Luego de adoptar este Plan, en 2017 se definió la primera lista de patógenos bacterianos para los cuales priorizar la inversión en investigación y desarrollo de nuevos antibióticos. Se destacaron 13 patógenos bacterianos, así como la tuberculosis. Las bacterias resistentes a los antibióticos en la lista de prioridades se clasificaron en tres niveles: crítica, alta y media.3 Desde su publicación, se han lanzado al mercado 7 antimicrobianos nuevos para microorganismos priorizados.
La idea de actualizar esta lista surge de la publicación de evidencia nueva y datos con respecto a la resistencia antimicrobiana, la oportunidad de direccionar limitaciones y aplicar lecciones aprendidas.
Se utilizó una metodología de análisis por decisiones multicriterio, que permitió revisar en conjunto con la evidencia actualizada los criterios de inclusión, otorgándoles un peso relativo, al evaluarlos en conjunto con los patógenos y realizar un score de jerarquización final.
Por último, si bien la lista anterior estaba basada en la evidencia, los vacíos en ella generaron que hubiera más peso de la experiencia y, por esa razón, hubiera mayor cantidad de criterios cualitativos. La lista presenta 4 criterios cuantitativos y 4 cualitativos (ver cuadro 3).
Referencias